Estrés Postraumático
La característica esencial del trastorno de estrés postraumático (TEPT) es el desarrollo de síntomas específicos de diversa índole tras la exposición a uno o más eventos traumáticos abuso físico, abuso sexual, guerras, etc.). Dichos síntomas tienen que ver con:
- Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos del suceso traumático.
- Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño está relacionado con el suceso traumático.
- Reacciones disociativas en las que el sujeto siente o actúa como si se repitiera el suceso traumático.
- Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso traumático.
- Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso traumático.
- Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo («Estoy mal», «No puedo confiar en nadie», «El mundo es muy peligroso», «Tengo los nervios destrozados»).
- Estado emocional negativo persistente (miedo, terror, enfado, culpa o vergüenza).
- Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.
- Problemas de concentración.
- Alteración del sueño.
El trastorno de estrés postraumático puede ocurrir a cualquier edad, empezando a partir del primer año de vida.