En los seres humanos, reunirse para «coexistir» suele significar una especie de grupo familiar. La familia es el contexto natural en el que se produce tanto el surgimiento de problemas y dificultades como el medio a través del cual se tiene que producir la solución terapéutica a la problemática presentada. La labor del psicoterapeuta dependerá en gran medida del sistema familiar y las interacciones que dentro del mismo tienen lugar. La familia es un grupo natural que con el tiempo ha desarrollado patrones de interacción. Estos patrones constituyen la estructura familiar, que a su vez gobierna el funcionamiento de los miembros de la familia, delineando su rango de comportamiento y facilitando su interacción. Se necesita una forma viable de estructura familiar para realizar sus tareas esenciales y apoyar la individuación mientras proporciona un sentido de pertenencia.
Los miembros de la familia normalmente no se sienten a sí mismos como parte de esta estructura familiar. Todo ser humano se ve a sí mismo como una unidad, un todo, interactuando con otras unidades, pero bien se sabe por la evidencia científica disponible, que la familia influye en el comportamiento de cada individuo y cada individuo en el funcionamiento de la familia.