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Trastorno de ansiedad por separación
La ansiedad por separación tiene que ver con el miedo o ansiedad excesiva e inapropiada cuando se produce la separación de aquellas personas por las que siente apego.Este tipo de ansiedad es más común en niños y niñas menores de 12 y va disminuyendo con la edad, aunque no significa que no se pueda encontrar en adultos. Dicha ansiedad irá mayormente relacionada a:
- Malestar excesivo y recurrente cuando se prevé o se vive una separación del hogar o de las figuras de mayor apego.
- Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las figuras de mayor apego o de que puedan sufrir un posible daño, como una enfermedad.
- Resistencia o rechazo persistente para salir, lejos de casa, a la escuela, al trabajo o a otro lugar por miedo a la separación.
- Pesadillas repetidas sobre el tema de la separación.
Aparición o quejas de síntomas físicos (p. ej., dolor de cabeza, dolor de estómago, náuseas, vómitos) cuando se produce o se prevé la separación de las figuras de mayor apego.
Trastorno de ansiedad social
La característica esencial del trastorno de ansiedad social es un marcado e intenso miedo o ansiedad a las situaciones sociales en las que el individuo puede ser analizado por los demás. Las principales características son:
- Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que la persona está expuesta a la posible evaluación por parte de otras personas. Por ejemplo: mantener una conversación, reunirse con personas extrañas, ser observado (p. ej., comiendo o bebiendo), actuar delante de otras personas (dar una charla o exponer delante de un público), etc.
- Además, la persona experimenta miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente (es decir, que lo humillen o avergüencen, que se traduzca en rechazo o que ofenda a otras personas).
- La evitación de este tipo de situaciones, catalogadas por la persona como provocadoras de ansiedad, suele ser la respuesta principal respuesta de afrontamiento de la situación.
Este tipo de problemática se da en mayor frecuencia en la adolescencia y principio de la adultez (7%) aunque tienden a disminuir con la ansiedad. La prevalencia anual para los adultos mayores varía del 2 al 5 %. En general, se han encontrado cifras más altas del trastorno de ansiedad social en las mujeres que en los varones.
Trastorno de Pánico
El trastorno de pánico se refiere a ataques de pánico inesperados y recurrentes. Un ataque de pánico es una oleada repentina de miedo intenso o malestar intenso que alcanza su máximo en cuestión de minutos, y durante ese tiempo se producen numerosos síntomas físicos y cognitivos:
- Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca.
- Sudoración.
- Temblor o sacudidas.
- Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
- Sensación de ahogo.
- Dolor o molestias en el tórax.
- Náuseas o malestar abdominal.
- Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
- Escalofríos o sensación de calor.
- Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueo).
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo).
- Miedo a perder el control o de «volverse loco».
- Miedo a morir.
Las mujeres se ven afectadas con más frecuencia que los varones, en una proporción de aproximadamente 2:1. La diferenciación entre ambos géneros se produce en la adolescencia y ya es observable antes de la edad de 14 años.
Trastorno de Ansiedad Generalizada
La característica esencial del trastorno de ansiedad generalizada es una ansiedad y una preocupación excesiva acerca de una serie de acontecimientos o actividades. La intensidad, la duración o la frecuencia de la ansiedad y la preocupación es desproporcionada a la probabilidad o al impacto real del suceso.
A la persona le resulta difícil controlar la preocupación y el mantenimiento de los pensamientos relacionados con la misma interfiere con la atención a las tareas del día a día. Los adultos con trastorno de ansiedad generalizada normalmente se preocupan todos los días acerca de circunstancias rutinarias de la vida, tales como posibles responsabilidades en el trabajo, la salud y las finanzas, la salud de los miembros de la familia, la desgracia de sus hijos, etc.
Los síntomas que se experimentan suelen ser:
- Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
- Facilidad para fatigarse.
- Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
- Irratibilidad
- Tensión muscular.
- Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).
Las mujeres tienen el doble de probabilidades que los varones de experimentar un trastorno de ansiedad generalizada. La mayor prevalencia del diagnóstico se da en la edad media de la vida, con disminución en las edades más avanzadas.